miércoles, 6 de septiembre de 2017

JACKALS (2017)


La película de los shacales sangrientos está dirigida por Kevin Greutert, el director de las últimas películas de Saw que arruinaron toda la historia del Juego del Miedo, pero igual tuve la curiosidad de ver qué tan lejos habrá llegado este afán de alargar infinitamente todo lo que tenga que ver con suspenso paranoico y sangrecita ajena. Mientras que en Sau las víctimas suelen ser tipos y tipas que no se se han visto ni en pelea de gallos, en Jackals es una familia que tiene que enfrentarse a otra, la manada de los perritos. Y yo no sé qué es peor, porque cuando no cachai a nadie y no tenis ningún drama moral para salvarte solo, igual podis ser clever y elegir lo que querai. Pero cuando está el apego familiar, es mucho más probable que terminís cagándola porque no sabís a quién salvar y al final terminai corriendo en círculos y ni te alcanzai a dar cuenta de que ya los mataron a todos. En las películas donde la familia se salva, o uno de ellos se raja, es fome porque el final es tan feliz que dan ganas de vomitar.

Es que los quiero mushoooo

La película se supone que está basada en hechos reales y la verdad es que les creo, porque no faltan los loquillos que se empeñan en matar familias, y en verdad se trata de eso. Acá estamos hablando de una secta de loquillos que se creen chacales y andan usando máscaras de Batman y cositas de cuero para acentuar su identidad de chacal jarcor. Tienen su símbolo mágico y toda la cuestión, y como son chacales ninguno habla humano, están callados toda la película excepto cuando se ponen a aullar a la luz de la noshe. 

Resulta que uno de ellos fue secuestrado por su propia familia porque andaba haciendo weás y le pagan a un tipo que es como un psicólogo de sectarios vestido de gásfiter llamado Jimmy, para convencerlo de que no es un chacal y de que tiene que volver con su familia real. Es que lo aman tanto que lo amarran a una silla y lo amordazan y le empiezan a decir parfavar parfavar te queremos musho párala. Pero él se enoja porque lo llaman Justin pero en verdad se llama TÁNATOS, el dios griego de la muerte sin violencia... yyiiaaaaaa... Tábano de deberíai llamar feo ql. Igual parece que los chacales lo echan de menos entonces lo van a buscar a la casa y empieza el jueguito en que los loquillos no entran por las ventanas ni fuerzan las puertas sino que asustan todo el rato y alargan la película. 

Mi pobre angelito versión Tábano

Entonces ahora es cuando la familia empieza a tomar decisiones tarúpidas. El cabro quiere volver con su gente, amenaza con que los van a desollar a todos como chanchos, le saca un mechón de pelo a la mamá, provoca a su hermano cabeza de músculo (que es EL típico personaje impulsivo y saco de wea que reclama todo el rato), y la familia no lo quiere entregar. La cosa se pone cada vez peor y no lo quieren entregar. Les apagan la luz, les cortan el teléfono, los chacales se paran afuera con sus máscaras de Batman y no se mueven, el trombón del terror suena de fondo, y no lo quieren entregar.  Al parecer, la familia no puede entender que EL WEÓN QUIERE IRSE. Hay una guagua por el amor de Jehová, pero todos deciden que era más entretenido estar cagados de susto entonces no lo entregan. Y el otro ahí sentado amarrado y amordazado, mirando como "que paja que mi libreto tenga 2 párrafos". 

Recuerden niños que hay que poner columpios para que de más susto

La película transcurre muy cronológicamente mostrando desde que secuestran al rusio hasta que el asunto termina, o sea que el grueso es simplemente ver qué hace la familia cuando se queda encerrada en una casa aislada de todo. Que además tiene columpios. Así que no hay mucho que esperar, estai obligado a ver toda la cuestión para ver qué pasa al final, porque en estas películas de acoso encerrado lo único que hace la diferencia es cuando termina. En general siempre recomiendo, a menos que la película sea muy buena, ver los primeros 10 minutos, saltarse a la hora (que generalmente es el pick de sangre y mutilamiento o de pérdidas sentimentales) y luego el final. Vai a entender todo! Y lo mejor es que podis ocupar la hora y media que te queda en cortarte las uñas de los pies, sacarte las pelusas del ombligo, sacar a pasear al perro, leer tu horóscopo, etc. Todos ganan.

El padre de familia visualizando un brillante porvenir sin tener que pagar la pensión alimenticia

Jackals lamentablemente no sale de eso. Intentan desesperadamente generar empatía con los vínculos personales para que te cueste ver cómo se mueren, crean planes maestros para salvarse y con los violines desafinados de fondo te tratan de poner tenso sólo para ver que todo falla. Lo mejor es cuando se ponen a hacer unos art attacks con los cuchillos de la cocina y algunos palos para sentirse poderosos pero con cuea los ocupan. Están en gringolandia y no tienen la escopeta gringa para proteger la propiedad privada, qué raro. Lo otro es que un gran vacío que quedó, y que a mi juicio es importantísimo cuando se presenta una secta, es que nunca explican en qué creen, a qué se apegan y por qué cresta si son una manada de chacales empiezan a matar familias. Si son chacales deberían asaltar locales de comida para comerse todas las hamburguesas o robarse guaguas para criarlos como perritos, pero éstos sólo tienen un simbolito satánico que los caracteriza y por eso se supone que da más miedo. La música no destaca, la trama es básica y clásica de los thrillers de casa, las conductas de la secta y de la familia son todas predecibles, y la producción pasa sin ton ni son. Lo único que me puso tensa fue cuando salió el título de la película, que desde que salió Insidious ahora todos lo ponen como un jumpscare y con un sonido de mierda. 

Sorry chacalitos, recomiendo verlos sólo en esos momentos cuando tenís ganas de ver una película pero igual te da paja. 

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