Llegó nuevamente otra película basada en una de las clásicas novelas de terror del Rey Stephen. A pesar de que mi relación con este autor está basada en el amor y odio, decidí ignorar que salió el remake de It (2017) y me dispuse a ver esta para sentir que todavía le puedo dar una oportunidad. Convengamos que toda la payasada que salió de It y la cantidad nefasta de webeos con el globito rojo responde de igual manera tanto a lo asesina que puede ser la industria del terror como también a lo mierda que es la historia en sí -con respeto don King-. Las ratas que hicieron el remake reducieron la película a un The Stranger Things cualquiera, y ante eso, ni perdón ni olvido. Con todo, sigo adorando la novela El Resplandor y también la adaptación del maestro Kubrick -aplausos-. Por otro lado, es cierto que depende mucho del director, y el hecho de que esta vez se haya hecho cargo el nunca bien ponderado Mike Flanagan, le dio un plus para querer verla. Pero qué, no es el mismo pelagato que hizo la basura Ouija: El Origen del Mal (2016) y Before I Wake (2016)? Sí ya sé. Pero el compadre igual tiene títulos buenos y los recomiendo por sobre sus demás obras. Tras ver Hush (2016), Oculus (2013) y sobre todo Absentia (2003), igual me nació una especie de respeto por su trabajo. Además que trabaja más que la cresta. 3 películas en 1 año? Qué wea le pasa.
Esta historia comienza con una pareja de esas que se ponen a buscar en todos lados alguna cosita o manera para que el matrimonio perdure cuando muy endentrodesímismos saben que no sacan ná, si ya la weá se murió hace rato. Pero siguen igual. Así que en otro intento patético de salvar su relación, Jessie y Gerald se van como a unas vacaciones S.O.S súper lejos a jugar a los pololos. La estrategia aquí es calentarse la sopa lo suficiente como para sentir que de pronto su matrimonio es feliz nuevamente, así que se pusieron de acuerdo para ponerse jarcor en la cama. La chica se compró un vestidito nuevo para la ocasión, el hombre llevó unas esposas brígidas, se tomó unos viagritas y loh juimoh. Sin embargo, sabemos que ellos saben que su matrimonio se fue a la verga, entonces una vez que Gerald esposó a Jessie a la cama, con suerte se dieron unos cuneteaos y la pobre mujer se empezó a sentir como el forro porque él quería mucho mucho que su matrimonio se arreglara entonces se puso muy muy muy hardxcore. Ella hizo lo posible para no "cagarla" y se quedó bien sumisa, como siempre se mostró con su basura de esposo. Para que quede claro, Gerald es un ejemplo clásico de EL VIEJO VERDE. Se pololeó a la chiquilla cuando era bien mayor que ella, tiene una fijación enfermiza con el cuerpo de las mujeres, las objetifica, es un misógino condescendiente y por todo eso con razón quería que este jueguito de las esposas se convirtiera en una fantasía de violación. Bueno y a la Jessie eso no le gustó mucho.
Esta historia comienza con una pareja de esas que se ponen a buscar en todos lados alguna cosita o manera para que el matrimonio perdure cuando muy endentrodesímismos saben que no sacan ná, si ya la weá se murió hace rato. Pero siguen igual. Así que en otro intento patético de salvar su relación, Jessie y Gerald se van como a unas vacaciones S.O.S súper lejos a jugar a los pololos. La estrategia aquí es calentarse la sopa lo suficiente como para sentir que de pronto su matrimonio es feliz nuevamente, así que se pusieron de acuerdo para ponerse jarcor en la cama. La chica se compró un vestidito nuevo para la ocasión, el hombre llevó unas esposas brígidas, se tomó unos viagritas y loh juimoh. Sin embargo, sabemos que ellos saben que su matrimonio se fue a la verga, entonces una vez que Gerald esposó a Jessie a la cama, con suerte se dieron unos cuneteaos y la pobre mujer se empezó a sentir como el forro porque él quería mucho mucho que su matrimonio se arreglara entonces se puso muy muy muy hardxcore. Ella hizo lo posible para no "cagarla" y se quedó bien sumisa, como siempre se mostró con su basura de esposo. Para que quede claro, Gerald es un ejemplo clásico de EL VIEJO VERDE. Se pololeó a la chiquilla cuando era bien mayor que ella, tiene una fijación enfermiza con el cuerpo de las mujeres, las objetifica, es un misógino condescendiente y por todo eso con razón quería que este jueguito de las esposas se convirtiera en una fantasía de violación. Bueno y a la Jessie eso no le gustó mucho.
Hasta le mostró los dientes inferiores de lo poco que le gustó el asunto
De aquí en adelante todo sale de la peor forma posible. Excepto que Gerald muere. Sí, ahí mismito discutiendo en la cama. Le dio un infarto de viejo verde y se murió. Lo malo es que se murió antes de sacarle las esposas a Jessie. Ahí si que la cosa se pone malasa, no tanto porque se haya quedado inmovilizada en una casa alejada de todo y sola, es más porque su propia cabeza intenta ponerle trampas, se empieza a dispersar la realidad y los recuerdos, y mientras más quiere evitarlo, Jessie vuelve a caer más fuerte todavía. Yo no quise saber absolutamente nada de Gerald's Game antes de ver la película, sólo tenía algunas referencias del libro así que no tenía mucha expectativa de cómo se iba a desenvolver la historia. Entonces cuando veo que se muere el viejo pensé "y ahora van a llegar unos monos a raptar a la cabra y la película se va a terminar cuando escape triunfantemente de un cuchitril subterráneo", pero de repente el viejo se para así como si nada y empieza a hablar de cualquier cuestión y yo no sabía si también tenía que hacer como si nada y leer todo lo que estaba diciendo o empezar a preguntarme qué chucha pasó. Y la película no te lo cuenta, sólo estás dentro y lo tienes que entender solita o solito. Te hace sentir como Jessie, como tratando de entender qué clase de brujería es esta, pero aliviada de que alguien pudiese sacarle las esposas. Eso hasta que ve que la cabeza y la manito de Gerald todavía están en el suelo, así asomándose.
Y pone esta cara
Todos estos tropiezos en la conciencia de Jessie van escalando hasta niveles freudianos. En principio, sí, es una pesadilla. Pero después te das cuenta de que la pesadilla es real, y que el inconsciente empieza a tirarte más pesadillas, llega a la infancia, a repasar una vida entera y Jessie llega a dialogar con ella misma desde diferentes ángulos. Mejor verlo que describirlo. El Juego de Gerald no tiene nada que ver con Gerald. Tiene que ver con cómo los miedos y la opresión de una mujer con la vida de Jessie se van destapando poco a poco, y también se van destapando otras cosas que ella no había visto nunca. Y parece que lo de menos es el hecho de estar esposada a la cama sin comer ni beber nada, meándose en la cama y todo. Lo que empezó con una pareja matrimonial insalvable, se va transformando en un problema harto más bien supernatural y complejísimo. Llega a ser casi fantástico, porque van sucediendo cosas que te sorprenden y te hacen correr la imaginación a nivel Bob Esponja.
El punto es que el rol de la literatura acá es central porque durante toda la película sentí que de hecho era como estar leyendo el libro, y ahí rescato mucho al guión porque se las jugó. Pudo captar esos recursos característicos de Stephen King, porque nos hace recordar miedos de la infancia de distintas maneras, cuenta las historias profundas de sus personajes y le gustan complementar con criaturas o personas que son shuer malas y peligrosas pero en realidad son super simpaticas. Mención honrosísíma al asesino de las chucherías de las tumbas, que es el Largo de Los Locos Adams.
Creo que me pasé, es demasiada imaginación. En verdad no es tanta
El compadre que te lame las patitas, clásico
Prefiero dejar al aire varias cosas más de la película porque es mucho mejor verla antes que te la cuenten. Diría que se salvó el Rey y no le destruyeron el libro menos mal, así que yawenoya si igual vale la pena verla. Recomendable para todos a los shigos que les da cuco que les shupen las patitas y para usted, si siente que su matrimonio es una mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario