Ay las películas de mamis… Siempre dando de qué hablar. Caballeros y caballeras, la
maternidad es una cosa universal que despierta cosas bonitas en todos nosotros,
pero también puede ser una cosa terrorífica y pesadillezca. Quién no se ha cagado de susto cuando tu mamá te pregunta que dónde cresta dejaste los potes de comida que había
comprado hace poco, cuando te pillan llegando a la casa de madrugada pasados
a copete, cuando le discutes cualquier cosa que dice y te tienes que enfrentar con un
pulpo gigante irracional que te pega tentaculazos cada vez que te atrevís a
hablar, etc. Cuando las mamis se ponen del terror, ahí surge el contenido
mágico que inspiran estas películas horroríficas, tales como Mama (2013), The
Babadook (2014), Carrie (1976), Grace (2009), la guagua de la Rosamaría (1968),
y tantas muchas, todo susto dependiendo de la naturaleza de la mami.
En esta ocasión le dedico este espacio a Inside o L’
INTÈGGIÚGG (2007), película de mami francesa, dirigida por Alexandre Bustillo y
Julien Maury. Aprovechando que este año decidieron sacar un Remake, procuré ver
la original primero para empezar por la buena y después ver la mala. Porque
cuando de terror francés se trata, es imposible que el remake salga bueno. La
nefasta versión de Martyrs del 2015 es un ejemplo de insulto y podredumbre
fundamental. A mí no me vienen a joder la pita con lé hoggóg fgancé. De las producciones francesas en el horror me he enganchado de muchas
porque tienen ese no se qué que las hace especiales, reconocibles por la
delicadeza con que urden una historia para luego mandártela a freír monos. Eso
me pasó con LE INTEGGGIUUUGGG. Y como tal, hay que tenerle respeto.
Hazle caso a tu mami cuando te diga que te pongai el cinturón de seguridad cabra de mierda
La mami protagonista sufrió un accidente automovilístico
donde ella y su bebé sobrevivieron, pero el papá no. Y ella realmente quedó
cagá por la cuestión porque se amaban mucho y se sacaban selfies juntos y ahora
iban a tener un baby juntos. La pobre ya estando en sus últimos meses de embarazo
la empiezan a mosquear de todas partes, algo que es muy real para las mamis
jóvenes sobre todo las primerizas. Yo no la culpo a la comadre de andar con
cara de hoyo todo el principio de la película porque cualquier persona se le
acerca a hablar de lo penca que es ser mamá o que qué nombre le vay a poner y
oye yooo cuando tuve el primero y oye estai bien? Pero de verdad estay bien?
Porque si no estay bien AAAAAAAH DEJENLA TRANQUILA BASURAS.
Pero la reina de las basuras fue una que se fue al puerco
con el temita de ser mamá. La galla quería una guagua también. Entonces, como
sabía que la pronta mami (Sarah) era, valga la redundancia, una pronta mami,
decidió ir a acosarla a su casa y harto más que eso. Yo si hubiera querido
tanto la guagua de ella hubiera esperado a que naciera, ir al hospital, meterla en la cartera (o si es muy prematuro, en el chorito) y salir corriendo. Me hubiera ahorrado toda la cagá que quedó. Pero
bueno. Y la historia entonces, gira en torno a lo que pasa en la casa de la
mamá, con la esta otra, como jugando a las escondidas y teniendo pequeñas
victorias una sobre la otra.
Acá ya tenemos a la víctima y la loca brígida que no sólo la
acecha en su propia casa, sino que se anda deslizando silenciosamente como si tuviera rueditas,
apareciendo como gasparín, y tiene la fuerza sobre humana característica de los
stalkers en los thrillers. Cada acosador tiene un rasgo único y su arma
preferida. Los acosadores no sólo son acosadores. Son cazadores. Jason tenía su máscara, el loquito de Hush tenía una
ballesta, Hannibal tenía su tenedorcito, etc. Ya pero esta loca me encantó
porque anda con un vestido largo y negro, y su arma de elección son unas tijeras
de costurera pero brígidas brígidas. Yo me preguntaba por qué será que eligió usar las tijeras, como que
haciendo cojines de guagua un día se le ocurrió ir a acosar a la mami y se dijo
para endentro “le voy a sacar cualquier filo a estas tijeras de mierda pa’
tajearle la guata y dejarla como cojin sin rellenooo!!! Muajajaja!” De verdad,
creo que lo debe haber pensado así, porque además su personalidad, además de
ser perversa y despiadada, en realidad era tortuosa. Se notaba que la loca
sufría por ser como era y por lo que estaba haciendo, y… bueno eso se explica al
final.
Hasta a la puerta le sacaban sangre las tijeritas
Ahora, tengo que advertir que todo lo que pasa en el grueso
de la película requiere no sólo de guata de perro, sino también de nervios de acero.
Tienes que ser una guata de perro de acero para verla, no un simple miserable
individuo. Nada de que ay que asqui o de taparse los ojos como ñeñeñe. No lo
digo sólo porque sea gore, sino porque es del gore que se mete en tu cabeza y
deja de ser un mero estímulo perceptivo nervioso que te da como escalofríos y
que te hace deformar la cara. Es un gore psicológico. “Ay pero cómo esta niña
habla estas cosas qué atró dónde está su mamá oye” SILENCIO RATA. Me explico. Cuando
hablamos de tripas en el suelo, cátsup mega espeso y abundante, agujas,
mutilaciones y todo eso, no siempre impacta de la misma manera ni tampoco genera el mismo resultado. En mi caso, habiéndome iniciado en el género con los clásicos de Cannibal Holocaust (1980), Guinea Pig (1985), A
Serbian Film (2010), por nombrar algunos, yo diría que hay pocos gore que me
hayan revuelto la guata. Esto es porque estas películas son básicamente mataderos,
sin ninguna complejidad escénica ni narrativa, son puros estímulos visuales y
muchas veces se exageran recursos sangrientos que lo hacen peor. Hay algunas
que hasta dan risa, porque las personas son como muñequitos que se rompen, que
se le salen unas vienesas por la guata, que se les doblan las extremidades como
plasticina, y en verdad, no sé, creo que ya se entendió el punto.
Y PAAFFF nació chocapic
Inside no sólo juega con buenísimos efectos especiales del
gore, sino que lo combina con un suspenso terrible, alimentado por música más
simple que tono monofónico de ladrillo, y por todos los símbolos que atribuimos
a la maternidad. Todas esas cosas te dejan tan nervioso que yo me sorprendí a
mí misma gritándole a las hueonas desde el otro lado de la pantalla como si
fuera partido de fútbol. Y aquí es donde se me cayó un poco la peli, porque de
verdad, las reacciones de los personajes son derechamente hueonas. Hubo escenas
en que de verdad me dieron ganas de poner pausa, retroceder en el tiempo, convertirme en la directora y meterme en el set para decirle a los jiles que se pongan más
vios, que cómo tanto, señora, usted está embarazada, ocupar los asientos de la
micro no puede ser lo único que sepa hacer para sobrevivir. No se vive sólo de
baby showers, me entiende?
Lo que pasa es que, por ejemplo, la cabra se encerró en el
baño casi TODA la película y ahí mismo rompió fuentes y ni siquiera aprovechó
de sacarse unos parche curita pa’ curarse el cuero todo fileteado
que le dejaron. Pero y la costurera era igual de gansa, porque pateaba la
puerta para entrar, le enterró la tijera a la puerta no sé cuántas veces, pero
nunca se le ocurrió romper la manilla, o ir a buscar un hacha o alguna
cuestioncita. Puro lloraba al frente de la puerta y faltaba nomás que se
empezara a tejer un chalequito esperando que la otra saliera. Por último
avíspate y véte un tutorial de youtube de cómo forzar una cerradura con un clip o
con un pinche, no sé, wachita, te faltaron ver películas.
"Aki iop en el coffee break"
Y pa’ qué decir el resto de los personajes. La costurera mató
un montón de gente, básicamente porque a la primera puñalada ellos quedaban
como :O me cagó, bueno, moriré. Y la otra ahí, encerrada en el baño, sabiendo
que había gente en la casa y ni siquiera gritó alguna cuestión para que la
escucharan. HASTA EL GATO ERA TONTO. Pero bueno, igual la mami se ascurrió,
pero como hacia el final, ya cuando tenía todo el baño splasheado de sangre,
con la guagua a punto de nacer y entera pintada de rojo como Carrie cuando le
cae la sangre de chancho. Ahí recién dice “ya creo que ahora sí debería luchar
por mi vida”, sí porfa hazlo.
Aún así, quiero hacer una mención honrosa al
cabro detenido por la policía porque tuvo que apechugar nomás, cagado de susto
y todo, pero terminó siendo el más brígido de todos. El tipo, habiendo sufrido una
apuñalada de tijera costurera en el cráneo, no sólo restableció la luz que se
había cortado, sino que también se paró como cual zombie enajenado y atacó con
todo su sex appeal de muerto viviente.
Buscando capturas de la película me apareció Fidel Castro
El balance de esta peli definitivamente carga más hacia lo
bueno. Sorprende, te presiona, te estresa, te hace palpitar la cuchara y
también da un poquito de pena. En suma, yo creo que voy a tener que retomar el
Activia porque lisa y llanamente la peli no te permite cagar de tanto que apretai la tripa.
Recomendable para todas las mamis del mundo para que no nos reten, y para verla en esos momentos en que odias a todo el mundo y sólo
quieres matarlos a todos.
No recomendable para personas con tránsito lento. Pero
tampoco rápido. Nunca se sabe si el gas viene con challa o no.