viernes, 18 de agosto de 2017

GET OUT (2017)


Una de las películas más esperadas de este año. Get Out, del director debutante Jordan Peel, recibió buenas críticas de los entendidos en el suspense y el horror, sobre todo por su anclaje en el tema racial y por las jugarretas que hacen girar constantemente la trama como “The Gift”, “The Invitation”, y otros THE.

Se sabe que la discriminación por ser de color sigue teniendo cabida en las cabecitas pequeñas de ciertos individuos que no pueden comprender todavía que la piel da lo mismo. Esta película hace un trabajo chido para poner en ridículo la lógica xenofóbica de los blancos y por fin el shocolate triunfa. No sin kétchup. En todo caso por alguna razón estuve largo tiempo mirando la peli a huevo porque el tema es delicado, porque soy sensible como un hámster con marcapasos, así que la vi sin saber mucho de qué se trataba. En general, eso ayuda.

El chiquillo protagonista Chris, que es “el negro” en cuestión, tiene una relación super ñuñú con la blanca de su polola con chasquilla, Rosa. A los 5 meses de ñiñiñiñi a los babosos les dan ganas de ir donde los papás de la Rosa y el compadre está nervioso porque no sabe si sus viejos lo van a morir por ser negro. Pero es que de verdad le complica demasiado, y lo entiendo porque el compadre es negro negro negro. Para calmarlo, la Rosa le dice convincentemente que su papá votaría por Obama dos veces y el Cristóbal se tranquiliza. OK.
La chasquilla y el negro riéndose porque son súper felices en su amor interracial

Aquí quiero decir algo muy importante. En el camino al lugar en cuestión, chocan con un ciervo. Siempre en las películas de suspenso o thrillers, para no mostrar sólo que viajan en la carretera, hacen que un ciervo se cruce y lo matan y los locos tienen una epifanía y después ven al ciervo en todos lados. Es como que contrataran al mismo ciervo de extra para que lo atropellen y le pagan con semillitas para que no tengan que cruzar la calle y correr el riesgo de que los atropellen de verdad. Sólo quería decirlo. Estoy en contra de que sea siempre el ciervo el recurso del jumpscare en la carretera. Ocupen un caracol, no sé. Por fa.

La casa de los viejos de la Rosa es el apartheid pero el apartheid de la buena onda. Tienen a los negros como esclavos disfrazados de jardineros y mucamas pero tienen derecho de irse a acostarse cuando se mandan una cagá y andan siempre sonriendo como la Barbie de Toy Story.
"Mil besos mil besos besos mil besitos besos besitos"

El Cristóbal se da cuenta de eso porque anda con la pera todo el rato porque es negro. De hecho, toda la película se trata de lo negro. Esa weá es increíble. Son como mil indirectas que le hacen al pobre black Chris a cada rato que lo hacen sentir como el forro, porque como él no sabe que es negro, parece que tienen que recordarle todo el rato que no se ve por ser tan negro. Faltaba nomás que hiciera caquita y que le dijeran “Vi tu caca en la cámara de vigilancia del baño, era negra.”

La mamá de la Rosa es psiquiatra y los tiene a todos hipnotizados como palitroque porque hace sonar una tacita y habla despacito. Te manda al hoyo de tu consciencia para que te quedís ahí viendo por una tele lo que pasa en la realidad, mientras que por fuera erís la Barbie de Toy Story (véase la imagen anterior para sentir terror). Es notable la escena cuando ella hipnotiza al Cristóbal, se va en la volá psicodélica ashí como que la entiendo ashi. La cosa es que de ahí en adelante el asunto se pone más incómodo que pollo atravesado. A todo esto, la Rosa se hace la Larry con todo lo que está pasando y hace como que se abandera por la negrura y dice cosas como “ay putcha que es tonto mi papi no lo pesquís” “ay, que lata que toda mi familia nazi venga a la casa pero putcha estamos juntitos muacs te ami”. Y el Cristóbal, como está baboso por la loca, le dice a todo que sí.

Los resutados de la terapia de la tacita

Cuando llega el resto de la familia y la casa se llena de blancos devoradores de negros el Cristóbal llega al pick de la paranoia y empieza a pedir ayuda porque de verdad que está atravesado el pollo. Entonces llama a su amigo Black Rod para compartir su desgracia. Rod es bacán porque es la encarnación de los Panteras Negras pero en versión guatón simpático que siempre la tuvo clara con los blancos y no tiene miedo de quedar como chaleco de mono al decirle a todo el mundo que los negros están en peligro de extinción por culpa de los blancos. El compadre le dijo desde el principio al Cristóbal que no se metiera en la casa de la polola, que le podían chupetear el hoyo en cualquier momento o convertirlo en esclavo sexual, pero ni él ni nadie le creyó y al final todo lo que dijo era cierto. Mientras, el Cristóbal ahí tratando de hacer entrar en razón a los esclavos negros diciéndoles que son negros y watsap bro wake up man yo yo are you listenin to meeee pero nada le resulta. Uno de ellos, la sirvienta principal, está especialmente desconfigurá porque se nota en el fondo que sí cacha al Cristóbal, pero no puede dejar de sonreír maniáticamente. Este personaje me gusta bastante, y la actriz se luce con la mezcla de emociones. Realmente da a entender que está chapico, pero no puede salir de su chopikez. Destaco la brillante escena en que el Cristóbal la encara, le dice que se siente nervioso de estar en medio de tantos blancos, y la negris se pone a llorar pero después se pone a reír y le dice “No. No. No, no, no. Nononononono”. Y ya con eso nomás te meai.
La negris bugueá

Ya la situación no puede ser más evidente. Al negro se lo van a garchar. Le dice a la chasquilla que es urgente irse, pero no le dice mucho más. Justo en ese momento, no días antes, justo cuando todo es un circo de negros, no antes, el Cristóbal encuentra las fotos donde sale la polola como con 39249324 pololos negros, con el jardinero y con la negra “Nonono”. Pero el pastel igual la espera para irse, entonces cuando baja lo pilla toda la familia y ahí ya cagó. Es muy chistoso cuando la chasquilla golosa hace como que busca las llaves para salir de la casa, preguntándose qué está pasando, polola hasta el final, pero ya cuando es insostenible dice “No te puedo pasar las llaves sorry hahahaha”. En fin, todo lo que queda de la peli es el survival del Cristóbal luchando por su vida y su negrura. El final es épico, la gloria del poder negro en su máximo esplendor opaco.
Grande Rod washo pelao, el Sam Gamyi negro

El suspenso que logra producir Get Out es bien auténtico respecto a otros thrillers del tipo conspirativos, porque tiene una mezcla de terror psicológico que uno comprende y permite imaginar lo que viene después, pero con expectación. A pesar de que la trama es predecible, la forma en que avanza de todas formas logra mantener la atención, y eso es muy difícil de lograr. Los cuadros son bastante limpios y dejan ver claramente lo que se está invitando a observar, un recurso muy bien utilizado que ayuda a guiar la experiencia de la paranoia y con el que se puede prescindir de los jumpscares baratos. El toque del humor le suma momentos de distensión y me produjo una curiosa sensación de familiaridad con el tipo de bromas que aparecen en los personajes "negros", como Dr. Doolittle, el marihuanero de Scary Movie, algunos personajes de Will Smith, etc. Siento que rescatar este tipo de humor otorga un reafirme en la identidad de la producción de color, sin que por ello se diferencie o excluya, en el sentido negativo, de otros estilos

Muy recomendable para los haitianos para que se cuiden de los chilenos pillines.

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